A medida que pasa el tiempo en una ciudad desconocida, uno va encontrando los recovecos en los que se siente cómodo, va encontrando gente afín y amigable que termina abriendo las puertas de su casa o generando intercambios valiosos.

A eso me dediqué estos últimos días, ya que los planes de hacer turismo aún no salieron bien. Pronto iré a visitar los atractivos turísticos de la zona, pero mientras tanto he charlado con empleados de turismo, artesanos, vendedores y gente en general que me ha dado parte de su vida, de su experiencia y de sus ideas y con eso se han llenado estas semanas inesperadamente gregarias en este momento tan nomádico de mi vida.

Claridad


Tratemos cada uno de nosotros de ser un ejemplo de la vida que creemos que hay que llevar en el mundo en el que quisiéramos vivir.

Amor


Leo noticias y pienso: Al final son todas anécdotas, lo que importa es que nos amamos. Somos todos hermanos, de una gran familia migrante que salió de África hace 70.000 años. Más compartir y menos pelear.

Paz

No hay que envidiar a los que tienen más dinero que nosotros. Tampoco hay que sorprenderse cuando nos roban.  Nos tenemos que indignar con nosotros mismos por ser incapaces de evitar que nos roben.

Fuí a un museo y compré libros sobre los tehuelches, aunque no aprendí nada radicalmente nuevo, me alegra saber y participar en el proceso de visibilización que están haciendo en este momento.
Los argentinos somos españoles, italianos, ingleses, polacos, alemanes, etc, etc que invadimos tierras que pertenecían a los qom, los selk’nam, los pampa, los aonikenk, los wichí, los mapuche, y otros pueblos que vivían acá. Y los mandamos a matar para tener tierras. Y los seguimos matando para tener tierras. Y al más grande asesino lo ponemos en el billete de 100 pesos.
Falta paz.