Hoy es el primer día que uso mi celular 3G y mi laptop para tener una oficina móvil. Decidí caminar 200 metros hasta el monte gallinero, un espacio semi-salvaje en medio de la ciudad.

Estoy muy contento de poder tener esta vida nómade. Aquí les dejo cómo se ve mi oficina desde más lejos.
Es justo ahí, detrás del fitito destrozado, protegido por la pared derruída porque hay mucho viento.

No es todo ideal, claro, porque tengo una arañita naranja que se me metió en el teclado y un poco de frío. Además de los perros y la gente que pasa que me mira extrañada.

Y esta vista es desde un poquito más lejos, para que vean todo el monte, que tiene una casita de chapa y dos árboles.

Otro día tengo que hablar del cañón militar que hay a 100 metros de acá.