El viaje interminable

Estuve en el Cabo de la Vela, ya contaré sobre esto, pero ahora quiero hablar del viaje que tuve que hacer desde ahí a Bogotá, que empezó hace dos días y todavía no terminó.
El Martes 18 de Enero amanecí en un chinchorro (una hamaca grande, tejida) frente al mar, nadamos un rato y luego anduvimos en 4×4 dos horas por el desierto de la Guajira hasta llegar a Rio Hacha, pero en el medio debimos sortear a una decena de niños indígenas Wayuu que intentaban cobrarnos peaje levantando una soga en la ruta para hacer detener a la camioneta hasta que paguemos, pero el conductor fué hábil y pasó por al lado de estos peajes indígenas. Llegamos a las 15hs a Rio Hacha, hice un par de cosas, me bañé y a las 19hs tomé una moto a la terminal de autobús, el motoquero era fotógrafo profesional, luego descubrí que la terminal estaba cerrada y que no salía nada para Bogotá hasta el día siguiente, entonces me sugirieron tomarme una buseta hasta Santa Marta, donde seguramente iba a conseguir algo para Bogotá durante la noche, a las 20:30hs salgo y llego a las 23:30, pero el último autobus pasaba a las 22hs, así que me tiro a dormir en la estación de autobus de Santa Marta, con un par de artesanos cordobeses, que nunca escasean, hasta que el guardia nos dijo que ´tenía que cerrar la terminal, entonces dormimos afuera hasta las 3:45am, que era el horario de apertura de la mayoría de las oficinas de la terminal, es ahí cuando me entero que directo a Bogotá no hay nada hasta las 14hs, entonces me acerco a un chofer que me dice que vaya a Bosconia, donde a las 9hs hay uno que sale para Bogotá, así que a las 4:15hs me subo y llego a las 8:30hs a Bosconia, esta ciudad en la que estoy ahora, que son las 11hs, y dentro de 30 minutos tomo un autobusque llega a Bogotá -supuestamente- a las 3am de mañana, Jueves 20 de Enero.

¡Qué viajecito que te pegaste, che!

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2 comentarios

  1. Wahou, como estes un aventurero del extremo.
    No me hubiera gustado dormir en una estacion
    de bus de Santa Marta, ni despertarme a las 4 de la mañana.
    De mi lado, cuando te dejé en esta playa paraisiaca de San Juan del Cabo tenía que correr como un loco en la jungle – tratando de ayudarme con las lianas que se rompen – para no perder el avión Santa Marta – Bogota…

    Un Abrazo, fuerza y ánimo, querido

  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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