Estamos haciendo gigantezcos cambios al paisaje y la distribución de los materiales en todo el mundo, pero todavía queda gente que vive sin hacer eso, aprendamos de ellos ahora.

¿Por qué hacemos esto? ¿Quién lo decidió? ¿Somos conscientes de las consecuencias?
La extracción de petróleo y la minería, los agrotóxicos y transgénicos. No es posible saber quién decidió que íbamos a hacer esto sin creer en algunas conspiraciones y tampoco es posible saber por qué todos les hacemos caso sin creer en la manipulación social.

De todas formas, resulta aún más complejo pensar en cómo evitar la catástrofe global. La constante pérdida de lugares hermosos nos condenará a vivir en una roca estéril llena de tóxicos y nos está costando mucho reaccionar.

Lo importante es que aún sobrevive algo de las culturas que durante milenios vivieron en armonía con el planeta, es de ellos de quienes tenemos que aprender: los marginados y olvidados, los colonizados y masacrados, los perseguidos pero no alcanzados, los indios o indígenas, que no son de la india, los nativos del tercer mundo, los aborígenes con orígen, los originarios.

¿Qué es lo que podemos aprender?
Lo que saben es como producir comida sin usar petroleo, lo que saben es como tranquilizar el alma sin pastillas, es como organizarnos para no pelear y como vivir con justicia sin dinero.

Hay que reconocer nuestro fracaso en esas áreas, hay que abandonar el barco de los estados-nación, de ser televidentes de producciones foráneas, de ser radioescuchas y audiencia de medios de comunicación que sólo hablan de los intereses económicos de sus dueños. Pero sobre todo tenemos que dejar de buscar frenéticamente cosas vacías, dejar de hacer conseciones en nuestros sueños, y soñar -eso sí- un mundo donde quepan muchos mundos.

¿En serio?
No me gusta ser un pregonero del apocalipsis, pero la verdad es que tengo la sensación de que en cualquier momento se acaba el petróleo, el agua potable o la tierra fértil y no vamos a poder continuar. Tambien ocurre que las empresas son las que dirígen a las sociedades, arruinando los sueños de libertad y autonomía. Si ustedes creen diferente, los invito a contradecirme con argumentos.

Es por eso que me encanta ver gente que hace años está haciendo realidad eso que recién ahora, después de mucho pensar, me dí cuenta que es importante. ¡Felicitaciones y gracias!