Esta ciudad es muy dinámica, muy grande y diversa, no puedo evitar compararla con Buenos Aires porque tiene características similares, cosas que sólo vi en américa latina.
Obra pública
El centro de la ciudad está destrozado por una serie de giganezcas reformas en las calles más importantes, el objetivo es instalar el sistema de transporte llamado Transmilenio que reemplaza el servicio de las cientos de empresas y cooperativas que operan las busetas urbanas y terminarlo antes del inicio del mundial de futbol sub-20 que será en Junio.
El transmilenio es operado por una sóla empresa privada, resolviendo el problema de las diversas calidades de servicio que ofrecen las pequeñas empresas, unificando la calidad pero también creando algunas complicaciones: trancones (atascos, embotellamientos) tanto de gente como de vehículos, a la entrada y salida de estaciones y autobuses, esto no sólo es causado por la escacéz relativa de asientos con respecto al servicio que brindaban las busetas, sino que además hay problemas culturales de cómo posicionarse para no obstruir el paso, ya que el espacio de las estaciones es escaso y generalmente la gente se apiña en las puertas esperando para entrar y obstruyendo la salida de las personas que están dentro del autobus. Esto también ocurría hasta hace unos años en el subte de Buenos Aires, pero cada vez lo veo menos, creo que aprendimos a usar el subte y dejar que las personas salgan antes de entrar.
Lo que no se puede decir es que en Bogotá no hay obra pública.
Lumpen
No me puedo resistir, cuando alguien me pide una moneda se la doy. Normalmente en Buenos Aires pienso «no soluciono nada, le doy una moneda y mañana necesita otra» pero aca la gente me resulta tan buena onda que no puedo evitar tener ganas de satisfacer sus pedidos.
El otro día dejé mi celular sobre la mesa de un cyber durante unos 10 minutos y cuando volví se había ido, es una gran pena porque no tengo mapa de la ciudad, ni reproductor de música, ni reloj siquiera. Tampoco voy a seguir publicando fotos de mi viaje en facebook porque no tengo más cámara. Los contactos por suerte estaban sincronizados con google y no los perdí. El asunto es que salgo del cyber y un tipo me pide unas monedas, le dí 500 pesos (equivalente a un peso argentino) y le conté lo que me había pasado, me dijo «toda pérdida es una ganancia» y me contó que sabe hacer collares con alambre y piedra, pero que la policía le quitó toda la mercadería y las herramientas.
Museos