Alojamiento
Pagué 23 euros por una noche de hostel, cuando le dije al que me atendía que eso era caro para mi, me preguntó cuánto tiempo tardaba en ganar ese dinero, le dije que, con un buen sueldo, dos días, así que trabajo dos días para poder pagarme una noche de un hostel, en una habitación compartida con cuatro personas, además tuve que comprar jabón y shampoo (porque los fuí olvidando en mis destinos previos). Me consoló que el italiano de la cama de al lado me dijera que era el mejor hostel en el que él había estado, pero la verdad es que mi bolsillo siente este tipo de cosas. Unos días más tarde vi un hotel en el centro que cobraba 25 euros por una habitación individual, con desayuno, con servicio al cuarto, con TODO, me sentí realmente estafado entonces.
Por suerte Almudena me invitó a su casa, salvándome de un empobrecimiento prematuro.
Sobre el ritmo
Barcelona era una locura, el mismo ritmo de Buenos Aires, sólo que, como yo vivía en el centro, era ineludible. Cádiz era la muerte total, algunas noches había movimiento y el resto del tiempo todos guardados, pero Valencia tiene la combinación justa de pueblo (saludás a todos, no hay miedo en la calle, etc) y de ciudad con movida, porque es realmente la tercer ciudad de España en cantidad de habitantes, pero nunca ha asumido realmente su tamaño y eso me gusta.
Arquitectura
El centro histórico de Valencia es arquitectónicamente muy bonito, pero también tiene algunas otras cosas interesantes: el cauce del río Turia, que fué desviado, lo convirtieron en un gigantezco parque de como 100 metros de ancho y varios kilómetros de largo, que atraviesa toda la ciudad… cerca del final del río hay unos edificios gigantes y modernosos que recuerdan a las Archaeologies del SimCity (remember?), diseñados algunos por Calatrava y otros por nosequién, son La Ciudad de las Artes y las Ciencias, donde está el Oceanográphic, un parque temático sobre todos los mares del mundo, con 26 millones de litros de agua (o algo así) y miles de especies de peces y aves, ví un lindo espectáculo con delfines, pero la verdad es que me pareció todo muy artificial y armado para turistas (como yo) que están dispuestos a poner 30 euros para sentirse parte de esa humanidad que para comprender a la naturaleza tiene que dominarla y destruirla.
Otras cosas:
- El subte más caro que pagué hasta ahora: 1.9 euros cada viaje
- Todos los días conocí gente en la calle, algunos hasta me invitaron a sus provincias
- El que desprecia quiere comprar (esta la leí no se dónde, es un dicho y me resultó interesante)
- Una masa impenetrable de personas
- Hay gente feliz
- El mundo es como vos creés que es
- It’s all in your head