Casa Loma es un castillo de un tipo que a principio de siglo se le ocurrio construir un castillo medieval en las afueras de Toronto. El tipo tenia un fangote de plata, era el duenio de la compania electrica de Toronto, de algo del tren y de mil huevadas mas, entonces se gasto 3.5 millones en hacerse un castillito de la hostia. Aca pueden ver fotos de Casa Loma (y el festival de cine frances y yo con la notebook) [el link a las fotos fué removido. Si querés verlas mandame un mail]. El asunto es que tiene mil cosas interesantes: Pasadisos secretos, «tecnologia» (luces en toda la casa, una central de telefonos interna, un wurlitzer que resuena en toda la casa -un teclado, con muchos instrumentos, pero no sintetizados, de verdad, y ocupa mucho espacio-). El tipo era fanatico de lo militar, tenia una compania de fusiles de la reina y invitaba a los 100 amiguitos a comer todas las semanas. La mujer era girl-scout tambien. Cuando terminaron el castillo, vivieron 10 anios ahi y despues se fundieron, vendieron todo y despues el castillo… esto fue para fin de la primera guerra.
Cuando sali del castillo, estaba pensando sobre algo que habia dicho sobre las leyes, y termine pensando en que la escencia de la ley es la injusticia. Es decir, la ley marca el limite entre lo justo y lo injusto, es decir, dice «esto es tolerablemente injusto», pero la ley no logra la justicia total. Yeah yeah anarquia y pantalones con tachas.
Estando yo un poco amargado por estas cavilaciones, me sente en el pasto a meditar, hasta que repentinamente el haber dado una vuelta carnero me hizo dejar de cavilar y empezar a caminar. (hacia arabesque para volver con mati para casa)
A la noche fuimos a ver a una bailarina arabe, una de las fundadoras de la academia donde trabaja mati. Todos los domingos hacen presentaciones en un restoran gitano, con musica arabe (un coso con cuerdas y tres cosos con parches y un cantante) … y la mina bailo y bailo, muy lindo todo gracias, y despues la gente se puso a bailar.
Despues volvimos para casa, pero todo el camino, Daniela y yo, hablabamos como alejo y valentina. Entonces cuando nos bajamos del streetcar en bathurst para entrar al subte habia una maquina de sacar fotos (como la de Amelie), y nos sacamos fotos los tres juntos, pero la maquina no nos dio las fotos, y entonces dijimos «Oh, they are INSIDE the machine» (como en Zoolander) y nos pusimos a saltar como monos, en eso viene un homeless con un moco que le colgaba por todo el bigote y nos pregunta si ese era un baile africano. Entonces llamamos al servicio tecnico de la maquina y dejamos un mensaje en un contestador.
Podria decir que fue un lindo dia.