El pueblo Ona o Selk’nam es descendiente de los Tehuelches que habitan el sur de la patagonia argentina. Hace 10.000 años, al terminar la glaciación, dejó de haber comunicación entre estos y los otros tehuelches, que quedaron divididos por el estrecho de Magallanes, de forma que ambas culturas evolucionaron por distintos caminos.

La tierra en la que habitaban la llamaban Karukinka, y también en esa isla, pero muy diferentes a ellos, habitaban en las costas sur de los Yaganes o Yámanas que, junto con los Alacalufes, navegaban por los canales del sur. También estaban los Haush, parientes de los Onas que vivían al sureste.

Durante la ceremonia del hain los Onas se disfrazaban de espíritus llamados Schort. El hain me hace acordar al bar mitzva de los judíos, porque ambos ritos sirven para que los niños se conviertan en adultos, y también involucran vestimentas raras y tradiciones ancestrales difíciles de comprender.

En la actualidad, sin embargo, los jóvenes fueguinos retoman el nombre de esta ceremonia para hacer una fiesta en el bosque, con música electrónica y visuales, asaditos y guiso vegetariano. Un día, una noche y otro día de diversión, de compartir como hermanos, de reencontrarnos y de reconocernos. También sonó Faras.


La alegría inunda los corazones al saber que ha nacido una nueva movida que será cada vez más grande.

    
Mi amiga KleVel A Ssecas agrega:

Hain era el ritual de entrada a la adultez reservado, según dice la leyenda, para las mujeres. El sol estaba muy celoso de que el ritual sólo lo pudieran presenciar las mujeres y la Luna que instó a los hombres a que espiaran dentro del Hain y robaran el secreto de la corporización de los espíritus. Así lo hicieron y vieron q los espíritus que «asistian» no eran mas q las mismas ancianas de la tribu pintadas. Por esto los hombres se enojaron tanto que provocaron una matanza de mujeres terrible… el Sol golpeo a la Luna hasta dejarla tan moreteada que, al son de hoy, ella esconde su cara en lo mas oscuro. El Sol en el cielo y los hombres en la tierra se apropiaron del Hain.

Agrego enlaces a dos libros que pueden resultar interesantes: